dimarts, 17 de febrer del 2015

El jersey de mi vida.

Pongamonos en situación. Volvia a casa, en el coche, el sol se reflejaba en mis gafas y me molestaba. Empecé a mirar hacía abajo y de golpe empecé a ver las imperfecciones del jersey que llevaba puesto, un jersey negro de lana, hecho con punto, y he proseguido a arrancar los hilos que sobravan, esos que se salen un poco y quedan mal. Entonces pensé. La vida, un jersey. Cada persona que cruza por ella, un hilo. 

Hay hilos que están más entrecruzados, los remaches, los que caen y dejan un pequeño agujero, y los que caen sin dejar marca.

A eso me quería referir... Que fuerza pueden llegar a tener las personas que se cruzan por tu vida. Que importantes o detestables pueden llegar a ser. Que bien o mal pueden dejarte.

Cada persona es algo importante para ese jersey, sino no estaría completo, todo y eso, hay algunos que al sacarlos no dejan precedente, es como si no hubieran estado. Digamosle... las personas que pasan por tu vida por interés, o simplemente son conocidas. También hay las que dejan un minusculo agujero, esas que al escuchar su nombre aún sentimos como nos da un vuelco, pero poco más.

Llega la parte de los que sí, los que dejan agujero, los que te marcan con un roce en el corazón. Que dificíl es sacar a esos si te hacen daño, que incompleta te sientes por momentos. Pero se ha de hacer, ya rellenarás ese vacio con otra cosa, ya coseras encima si hace falta. Sea como sea.

Los entrecruzados podriamos llamarlos... Los de toda la vida, con los cuales compartes tantísimas, tantísimas cosas. Todo y que cueste poder sacarlos, también podrás, pero después de una pequeña lucha.

Y por último, y si los más importantes, los remaches, o como diría yo ''las joyas de la corona''. Los más importantes, los que se quedarán por mucho que intentes descoserlos. Puede que los que más al borde estén, pero los que durarán para siempre (o eso me gustaría pensar).


La vida es mucho más que un jersey, a parte de que está mucho más condicionada que por lo que vendría a ser dos agujas, tenemos corazón, alma, pensamientos, sentimientos, etc. pero aún así, creo que os hacéis a la idea de lo que quería decir. 

A todos nos hacen daño tarde o temprano, ya sea voluntariamente o involuntariamente. Nunca tenemos que dejar que un vacío se apodere de nosotros mismos, que por muchos hilos que saquemos, la vida seguirá adelante, ya que sólo nosotros tenemos las agujas para ir reparandolo. Poco a poco, punto por punto.

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